Logró forestar buena parte de las zonas incendiadas del bosque andino patagónico de Bariloche, Argentina.
Cuando tenÃa 19 años dejó su natal Quilmes, en la periferia de Buenos Aires, para ir a luchar a las Malvinas pero cuando regresó de la guerra notó que su vida habÃa cambiado, que tenia la necesidad de aportar algo al plante; fue entonces cuando decidió mudarse a Bariloche y alistarse como bombero voluntario, pero más allá de ayudar a apagar incendios se dio cuenta que habÃa un trabajo más imporante qué hacer y que nadie estaba haciendo, que era reforestar las zonas devastadas.
De alguna manera sentÃa la necesidad de ser un héroe y estaba seguro de que no era luchando en la guerra. Sin tener conocimiento alguno del proyecto que iba a emprender, Rubén Pablos se dedicó de forma empÃrica y autodidacta a investigar sobre la reproducción de algunas especies nativas, logrando asà que otros se sumaran a su casa, hasta fundar la Asociación Civil Sembrar Bariloche.